Con el entorno marítimo que rodea este restaurante no es de extrañar que su cocina se asiente claramente en la gastronomía mediterránea, con pescados y mariscos del día y productos frescos de primera calidad, de temporada y, siempre que es posible, de proximidad.

Por estos motivos la carta se adapta y, ahora que es tiempo de alcachofas, podemos disfrutar de un arroz meloso de alcachofa, costilla ibérica i butifarra Km. 0 de Artesa de Segre o, aprovechando las ciruelas, una espalda de cordero deshuesada y rellena con ciruelas en baja temperatura.

Todo ello sin dejar de lado algunos de los clásicos de la carta, como los calamares y gambas “Chilly Sweet”, los rollitos de salmón ahumado con ensalada de cangrejo, el tataki de atún con sésamo, el arroz negro o las delicias de pollo teriyaki con fideos Canton.

Cada tres semanas, aproximadamente, se incorporarán nuevos productos de temporada. En diciembre, tomarán protagonismo los platos de cuchara y los calçots. Estos últimos, entre los que destacan los deliciosos calçots en tempura, se han retrasado este año debido a la falta de frío, que no les ha permitido alcanzar la máxima calidad exigida por Barnabier.

En enero aparecerán las espinacas a la catalana con queso de cabra y se ampliará la selección de marisco con el procedente de Mariscos Laureano, de Cambados, en las Rías Baixas y también con ostras Napoleón.

Durante los próximos meses hay un nuevo aliciente más para visitar Barnabier: probar el excelente maridaje entre sus chips de alcachofa con jamón ibérico y la cerveza Estrella Damm Inedit a un precio excepcional: 4,75 €.

Estas deliciosas combinaciones irán prolongándose en el tiempo, pero cambiando cada mes, con nuevas tapas de temporada pensadas para maridar con diferentes tipos de cervezas.